Coria del Río amaneció ayer consternada por el incendio sufrido en un piso de la calle Dolores Maldonado, en la barriada Gutiérrez Pérez, que ha obligado a desalojar a las ocho familias que viven en el bloque número 6, y por el que fueron atendidas 12 personas. Tres de ellas, un policía local J.J.M, el coordinador de Protección Civil M.Q.O., y el vecino Lorenzo Fernández, fueron trasladadas al hospital Virgen del Rocío como consecuencia de las lesiones que les causó el fuego, aunque el único que permanece ingresado en la Unidad de Quemados del centro hospitalario de la capital con pronóstico grave es Lorenzo Fernández, que presenta quemaduras en el 16% de su cuerpo.
La hija de este ciudadano ejemplar, María Fernández, relató que su padre está animado y que le manifestó que volvería a arriesgar su vida por ayudar a sus vecinos, a pesar de que Lorenzo, de 41 años, es pensionista por sufrir una lesión cardiaca.
El incendio se inició en el primero izquierda, donde vive Inmaculada Jiménez junto a su marido y sus tres hijos de 11, 9 y tres años. Esta mujer no se explica qué es lo que pudo ocurrir, "porque la única que estaba levantada era yo que estaba limpiando el cuarto de baño. Lo único que había encendido era el televisor del salón, la habitación donde se originó el fuego". Inmaculada relató que se dio cuenta del incendio por el resplandor que vio y "lo primero que hice fue coger a mis hijos, llamar a mi marido y gritar a los vecinos para que desalojasen el edificio".
Josefina Álvarez, vecina del tercero derecha, recordó que ella cogió a sus hijos de 5 y 7 años y se refugió en la habitación más alejada de la puerta de acceso al piso y que tapó las rendijas con toallas mojadas. "Pudimos salir porque los vecinos abrieron un boquete en el tabique que separa mi vivienda con la del bloque de al lado. Nos salvamos porque la gente reaccionó con mucha celeridad", aseguró.
Un rescate muy similar fue el de su vecina de planta, Loli Arteaga, que también abandonó su vivienda a través del agujero que se abrió en la pared de sus vecinos del bloque 8.
Más espectacular fue el caso de Lola García, que vive en el segundo derecha, quien explicó que sus hijas de 3 y 9 años fueron rescatadas por el balcón. "La gente hizo una cadena para salvar a las niñas. Estamos vivos gracias a que los vecinos reaccionaron a tiempo", insistió.
Esta barriada de pisos de alquiler tiene más de 50 años y en ella viven familias de clase trabajadora, por lo que, según explicó ayer el alcalde, José Vicente Franco (PSOE), el Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con ellas para realojarlas en un hotel de la localidad y para facilitarles la comida en un bar del municipio. Además, según explicó, Cáritas y Casa Misión ya están trabajando para facilitarles ropa. Junto a esta acción de emergencia, los servicios sociales municipales se reunirán hoy domingo con los damnificados para hacer un informe socioeconómico de la situación de cada familia, "y así prestar la asistencia que requiera cada caso".
Y es que todavía se desconocen las causas que pudieron provocar el incendio, pero, según informó ayer la Policía Local, en la tarde de ayer un técnico del servicio de bomberos inspeccionó el bloque, quien indicó que en el edificio no se podía acceder hasta que pasasen varias horas. Según esta misma versión, a lo largo del día de hoy podrán entrar, pero acompañados, los vecinos de las viviendas menos dañadas para coger las cosas más imprescindibles, "los de la parte más afectada por las llamas tendrán que esperar otras 48 horas".
Las ocho familias desalojadas se quejaban de que se les impedía entrar en sus pisos para coger sus pertenencias y fundamentalmente medicamentos, porque, según indicaron, entre los damnificados hay varios enfermos.
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